Apoyado en la teoría de Murray Bowen, procedo a definir qué es la ‘diferenciación del yo’ (sería algo así en castellano) o la ‘diferenciación’ a secas. Y cómo nuestra familia de origen nos puede complicar la vida, pues nuestros niveles de ‘diferenciación’ se asientan en lo vivido en el seno familiar.
Diferenciación del self
Es la capacidad de una persona para equilibrar su identidad individual con sus relaciones cercanas, como las familiares, sin perder su autonomía emocional. En otras palabras, es la habilidad para mantener una identidad propia y tomar decisiones basadas en principios personales, a pesar de la influencia de los demás.
Aspectos clave una diferenciación mal desarrollada:
- Dependencia Emocional: Una persona con baja diferenciación del self no logra gestionar sus propias emociones ni mantener una identidad personal estable en situaciones de alta tensión emocional o conflicto. Se deja abrumar fácilmente por las emociones de los demás y sus propias emociones tienden a distorsionar su pensamiento racional.
- Fusión en lugar de Independencia: Alguien con un self mal diferenciado no puede mantener una conexión cercana con los demás sin perder su identidad. En lugar de establecer límites saludables en sus relaciones, su independencia emocional se ve comprometida, y sus intentos de intimidad pueden resultar en una pérdida de sí mismo.
- Reactividad Emocional Descontrolada: Las personas con baja diferenciación del self tienen dificultades para manejar sus respuestas emocionales y suelen reaccionar de manera impulsiva. No son conscientes de sus propias emociones ni reflexionan sobre ellas, respondiendo de forma reactiva y desmedida.
- Desequilibrio entre Individuación y Unión: Sin una adecuada diferenciación del self, los individuos luchan por encontrar un equilibrio entre el deseo de ser independientes y la necesidad de conexión con los demás. Pueden alejarse demasiado de los demás o perder su identidad personal al involucrarse demasiado en relaciones significativas.
- Vulnerabilidad en las Relaciones: Aquellos con un self poco diferenciado enfrentan conflictos y tensiones en sus relaciones sin mantener su equilibrio emocional. Tienen dificultades para manejar críticas y rechazos de manera constructiva, quedándose atrapados en patrones destructivos que afectan su bienestar emocional.
En resumen, la diferenciación del self es una medida de cuán bien una persona puede mantener su identidad personal y autonomía emocional en el contexto de sus relaciones cercanas. Una alta diferenciación permite una vida emocional más equilibrada y relaciones más saludables, mientras que una baja diferenciación puede llevar a una mayor vulnerabilidad a la influencia emocional de los demás y a problemas en las relaciones interpersonales.
Como se nos pueden cargar el proceso de Diferenciación:
1- Triángulos Familiares y la diferenciación del self
Ejemplo funcional de Triángulo Familiar: José, Marta y Elisa
La siguiente descripción nos muestra cómo este triángulo se comportaría si fueran personas bien diferenciadas.
Primeros Años de Matrimonio:
José y Marta tuvieron un inicio de matrimonio equilibrado. José tomaba decisiones importantes pero valoraba las opiniones de Marta, y ambos discutían abiertamente sus pensamientos. Esta comunicación efectiva y el respeto mutuo son indicativos de una diferenciación moderada.
Desafíos del Embarazo y Crianza:
Cuando Marta quedó embarazada, ambos enfrentaron ansiedades naturales. Sin embargo, su interacción no intensificó la ansiedad; Marta manejaba sus temores de manera realista y José, a pesar de las presiones laborales, mantenía una comunicación abierta y sincera. Esta capacidad de manejar el estrés sin recurrir a la triangulación emocional refleja un nivel saludable de diferenciación.
Crianza de Elisa:
A medida que Elisa crecía, José y Marta mostraron una adaptación exitosa a las demandas del rol parental. Ambos mantenían una relación sólida, lo que permitió que Elisa se desarrollara sin ser un medio para resolver tensiones maritales. Elisa se sintió segura y respetada, y sus padres manejaron las exigencias del nuevo rol sin que sus propios conflictos afectaran a su hija.
Elisa va tener niveles de diferenciación saludables.
Ejemplo disfuncional de Triángulo Familiar: José, Marta y Elisa
La siguiente descripción nos muestra cómo este triángulo se comportaría si fueran personas poco diferenciadas.
Los Primeros Años de Matrimonio
José y Marta disfrutaron de los primeros años de su matrimonio, con José tomando las decisiones importantes, lo que Marta apreciaba. Tras dificultades para concebir, Marta quedó embarazada en el tercer año de matrimonio, pero el embarazo fue complicado. Aunque José la apoyaba, comenzó a criticarla por ser «infantil» cuando expresaba sus inseguridades sobre la maternidad.
Desafíos del Embarazo y Crianza:
Después de un parto largo, nació su hija, Elisa. Marta, agotada, se sintió abrumada por la ansiedad sobre el bienestar de Elisa, mientras José, cada vez más ausente, criticaba sus dificultades para adaptarse. La relación entre ellos se fue enfriando, con Marta enfocándose intensamente en Elisa y José en su trabajo. Marta y Elisa se unieron más, dejando a José en una posición externa dentro del triángulo familiar.
Crianza de Elisa:
Con el tiempo, Elisa demandó más atención de su madre, generando tensiones adicionales. José coincidía con Marta en que Elisa era egoísta, pero cuando la criticaba demasiado, Marta la defendía. Así, el conflicto en el triángulo familiar fluctuaba entre Marta y Elisa, o entre José y Elisa, dependiendo de las tensiones en el hogar. En última instancia, Elisa se posicionaba en el rol más cómodo, el externo, cuando las tensiones entre sus padres aumentaban.
Elisa va tener niveles de diferenciación insalubres.
2- Sistema Emocional de la Familia Nuclear y la diferenciación del self
El sistema emocional de la familia nuclear describe cómo cuatro patrones básicos de relación influyen en el desarrollo de problemas familiares. Estos patrones se manifiestan en distintas configuraciones familiares, ya sea con padres solteros, familias con padrastros, o estructuras similares. Los problemas tienden a surgir durante períodos de alta tensión familiar, y la forma en que se manejan estos problemas depende del estrés que enfrenta la familia y su capacidad para adaptarse. Los cuatro patrones básicos son:
- Conflicto Marital: Surge cuando la tensión familiar provoca que los cónyuges se vuelvan más ansiosos y proyecten esta ansiedad en su relación, buscando controlar al otro y resistiendo el control.
- Disfunción en un Cónyuge: Ocurre cuando un cónyuge cede a las presiones del otro, ajustándose para mantener la armonía. La tensión elevada puede llevar a que el cónyuge subordinado desarrolle disfunciones psiquiátricas, médicas o sociales.
- Deterioro en los Hijos: Se presenta cuando los padres dirigen su ansiedad hacia uno o más hijos, idealizándolos o criticándolos excesivamente. Esto puede afectar el rendimiento escolar y la salud emocional del niño.
- Distancia Emocional: Las personas se alejan para reducir la intensidad emocional, lo que puede llevar a un aislamiento excesivo y a la disminución de la cercanía familiar.
Ejemplo Práctico: José, Marta y Elisa
Contexto Inicial:
José y Marta, como pareja, enfrentaron tensiones emocionales que impactaron en su relación con Elisa. Las ansiedades de los padres provocaron una distancia emocional entre ellos y un enfoque excesivo en Elisa. Elisa, a su vez, reaccionó a esta atención desmedida con comportamientos inmaduros, particularmente hacia su madre.
Embarazo y Tensión Familiar:
Cuando Marta quedó embarazada nuevamente, sus preocupaciones sobre cómo Elisa reaccionaría a un nuevo hermano o hermana se intensificaron. En lugar de abordar estas preocupaciones directamente con José, Marta externalizó su ansiedad hacia Elisa. José, aunque inicialmente de acuerdo con el embarazo, se preocupaba por las habilidades de Marta para manejar a dos hijos.
Cambios y Desafíos:
La llegada de la nueva bebé, María, complicó aún más la situación. Marta se volvió más obsesiva con las necesidades de Elisa y comenzó a beber para enfrentar su ansiedad. José asumió más responsabilidades en el hogar, pero esto llevó a conflictos crecientes entre él y Marta. La dependencia de Marta del alcohol se hizo evidente y afectó gravemente su relación con José.
Intervención y Resultados:
Marta comenzó a asistir a un grupo de terapia para dejar el alcohol, lo que le permitió dejar la bebida y mejorar su funcionamiento diario, pero se unió muy emocionalmente al grupo. Marta obtenía cierta fortaleza de aquellos nuevos amigos y se sentía impulsada por ellos para “enfrentar” a José. Lo hizo. Comenzaron a pelearse con frecuencia. Marta se sentía nuevamente más como ella misma. Miguel se sentía amargado. Aunque Marta mejoró individualmente, el sistema emocional familiar seguía teniendo tensiones significativas.
Analisis:
El ejemplo de José, Marta y Elisa ilustra cómo los patrones del sistema emocional familiar pueden manifestarse y afectar a cada miembro. Las tensiones iniciales provocaron una distancia emocional y problemas en la dinámica familiar, mientras que las intervenciones individuales no resolvieron por completo el conflicto subyacente. Comprender estos patrones es clave para abordar eficazmente los problemas familiares y mejorar la dinámica general.
Elisa va tener niveles de diferenciación insalubres.
3-Proceso de Proyección Familiar y la diferenciación del self
El proceso de proyección familiar es una forma en que los padres transmiten sus problemas emocionales a uno o más hijos, afectando su funcionamiento y aumentando su vulnerabilidad a problemas clínicos. Los problemas heredados más comunes son las sensibilidades a las relaciones interpersonales, como la necesidad excesiva de atención, la tendencia a culparse a sí mismo o a otros, y la dificultad para manejar expectativas.
El proceso de proyección tiene tres pasos:
- Enfoque en el Hijo: El padre o madre se preocupa de que algo esté mal con el hijo.
- Interpretación del Comportamiento: El padre o madre ve el comportamiento del hijo como confirmación de su temor.
- Tratamiento del Hijo: El padre o madre actúa como si realmente hubiera un problema con el hijo.
Este proceso puede comenzar desde una edad temprana y llevar a que el hijo interiorice las percepciones y temores de los padres. Los padres a menudo intentan «arreglar» el problema que ellos mismos han creado, lo que puede llevar al hijo a desarrollar una dependencia de la aprobación de los padres.
Ejemplo Práctico: José, Marta y Elisa
Contexto Inicial:
Marta comenzó a preocuparse por Elisa incluso antes de que naciera, temiendo transmitirle sus propias inseguridades. Este temor hizo que Marta fuera extremadamente sensible a las necesidades de Elisa, intentando constantemente satisfacerlas. Esta conexión intensa entre madre e hija se convirtió en una forma de proyección, donde la necesidad de Marta de sentirse amada se reflejaba en las demandas de atención de Elisa.
Desarrollo y Tensión:
Cuando Marta tuvo otro hijo, María, el desafío de atender a dos hijas exacerbó la situación. Marta se sintió incapaz de manejar las necesidades de ambas y empezó a transferir sus inseguridades hacia Elisa. Las interacciones de Marta con Elisa se volvieron cada vez más conflictivas, y Marta buscó el apoyo de José, quien a su vez también se preocupaba, pero de manera menos directa.
Escuela y Adaptación:
Al llegar a la escuela, Marta se preocupaba intensamente por la adaptación de Elisa, buscando que recibiera la atención especial que ella creía necesaria. Mientras Elisa dependía de la aprobación de las maestras, María se adaptaba con más facilidad sin tanta intervención de Marta. Esto ilustraba cómo Elisa estaba programada para buscar atención y aprobación, mientras que María navegaba la vida con menos dependencia emocional.
Adolescencia y Rebelión:
Durante la adolescencia de Elisa, los conflictos se intensificaron. Marta y José criticaban a Elisa por su comportamiento rebelde, sin reconocer que su propia proyección y excesiva preocupación habían contribuido a la situación. Elisa se alejó de sus padres y se involucró con un grupo rebelde, lo que exacerbó el conflicto familiar. La permisividad y las críticas de los padres no resolvieron el problema, sino que lo perpetuaron.
Conclusión:
El proceso de proyección familiar llevó a una intensificación de los problemas de Elisa, quien se sentía constantemente controlada y criticada. La rebelión y el conflicto en la adolescencia reflejan cómo las expectativas y las ansiedades de los padres se transmitieron a Elisa, creando un ciclo de tensión y distancia familiar. Mientras tanto, Marie, menos involucrada en el proceso de proyección, tuvo una adolescencia más estable.
Elisa va tiene niveles de diferenciación insalubres, y si no se corrige irá a peor.
3-Proceso de Transmisión Multigeneracional y la diferenciación del self
El proceso de transmisión multigeneracional explica cómo pequeñas diferencias en la diferenciación del self entre padres e hijos, y entre hermanos, pueden llevar a grandes variaciones en la diferenciación a lo largo de muchas generaciones. Esta transmisión ocurre en varios niveles, desde la enseñanza consciente hasta la programación automática e inconsciente, influyendo tanto en el desarrollo del self como en las interacciones familiares.
Si una pareja tienen niveles bajos de “diferenciación” algún hijo saldrá dañado. Si ese “hijo dañado” se empareja con otro “hijo dañado” , su unión dará como resultado hijos mucho más dañados. (Y no es genética, aunque lo parece).
Ejemplo Práctico: La Familia de José y Marta
Contexto Familiar de Marta:
Marta es la menor de tres hijas en una familia de Madrid. Desde la adolescencia, no se sintió especialmente cercana a sus padres, especialmente a su madre, a quien veía como crítica e intrusiva. Aunque sus hermanas parecían más seguras, Marta se sentía incapaz de cumplir con las expectativas de su madre. Su madre interfería en las decisiones importantes de Marta, a pesar de decir que debía tomar sus propias decisiones. Como resultado, Marta desarrolló una fuerte necesidad de aprobación y una baja autoeficacia.
Análisis:
El patrón en la familia de Marta muestra un alto nivel de proyección y sobreinvolucramiento. La madre de Marta, al estar excesivamente involucrada y crítica, contribuyó a la falta de independencia de Marta. Este patrón de disfunción y proyección se repite en el matrimonio de Marta con José y en la crianza de sus hijas, Elisa y María.
Contexto Familiar de la Madre de Marta:
La madre de Marta fue la hija mayor en su familia y se encargó de cuidar a su madre, quien quedó incapacitada crónicamente. Este rol de cuidadora influyó en la madre de Marta, quien aprendió a satisfacer sus necesidades emocionales a través del cuidado de los demás. Esta dinámica de sobreinvolucramiento y cuidado de otros se trasladó a su relación con Marta.
Análisis:
La madre de Marta repetía patrones de sobreinvolucramiento aprendidos en su propia familia. Su involucramiento intenso con Marta reflejaba el papel que desempeñó en su propia familia, donde aprendió a buscar satisfacción emocional a través del cuidado de los demás.
Contexto Familiar de José:
José creció como hijo único en el País Vasco. Su madre sufría de depresión severa, lo que llevó a José a mantenerse alejado de ella. Aunque sentía preocupación por su madre, la consideraba indefensa e incompetente. La relación de José con su padre era relativamente cómoda, pero sentía que su padre facilitaba el caos familiar al evitar confrontaciones.
Análisis:
José desarrolló una respuesta crítica hacia las necesidades emocionales excesivas de su madre, similar a la pasividad de su padre. Este patrón se reflejó en su relación con Marta, repitiendo la dinámica de necesidad de apoyo emocional y crítica a las demandas excesivas.
Contexto Familiar de los Padres de José:
La madre de José había sido una destacada estudiante y atleta, pero tenía una relación conflictiva con su madre y una imagen idealizada de su padre. El padre de José, aunque exitoso en su carrera, tenía un funcionamiento familiar menos eficaz.
Análisis:
El padre de José mostró una discrepancia entre su éxito profesional y su funcionamiento familiar, una característica común en personas con niveles medios de diferenciación del self. Esta diferencia influyó en cómo José manejaba su vida familiar y profesional.
Conclusión:
El proceso de transmisión multigeneracional muestra cómo patrones de relación y diferenciación del self se perpetúan a través de generaciones. Las dificultades y patrones familiares que se repiten en las generaciones futuras reflejan las dinámicas aprendidas y los niveles de diferenciación del self en las generaciones anteriores. Este enfoque ayuda a entender las raíces profundas de los problemas y adaptaciones en la vida familiar.
4- Corte Emocional y la diferenciación del self
El corte emocional describe cómo las personas manejan problemas no resueltos con sus familiares reduciendo o eliminando el contacto emocional. Esto puede implicar distanciarse físicamente o evitar temas delicados. Aunque puede parecer que las relaciones mejoran con la distancia, los problemas subyacentes suelen permanecer sin resolver.
Las personas que aplican el corte emocional pueden volcar sus necesidades emocionales en sus nuevas relaciones, lo que puede generar dependencia y expectativas excesivas. Estos patrones, en lugar de resolverse, pueden trasladarse a nuevas relaciones, a veces creando «familias» sustitutas en círculos sociales o laborales.
El apego no resuelto a la familia de origen puede manifestarse en diversas formas, como buscar que los padres tomen decisiones, sentirse culpable por no resolver conflictos familiares, o enojarse por la falta de comprensión de los padres. Estos problemas a menudo se reactivan durante las visitas a la familia de origen, lo que puede llevar a tensiones y conflictos.
Ejemplo Práctico: La Familia de José y Marta
Contexto Familiar de José:
José y Marta se mudaron a Andalucía por el trabajo de José, buscando distancia física de sus familias. Aunque José se mantenía en contacto regular con sus padres, especialmente con su madre, estos intercambios lo dejaban deprimido. La relación con su padre era más neutral, enfocada en temas laborales y su jubilación.
Análisis:
El distanciamiento de José hacia su madre, aunque justificable, transfería las tensiones a su relación con Marta, complicando su matrimonio y la crianza de su hija.
Contexto Familiar de Marta:
Marta temía las visitas de sus padres debido a las críticas de su madre sobre su comportamiento y crianza. Durante estas visitas, la madre de Marta solía expresar descontento con las decisiones de Marta, especialmente sobre su manera de criar a su hija María y su comportamiento con la bebida. Estas críticas dejaban a Marta estresada y afectaban su relación con José y su hija, quien a menudo desarrollaba infecciones durante o después de estos encuentros.
Análisis:
El corte emocional de Marta y José con sus familias de origen trasladó los problemas a su relación marital, demostrando que las tensiones no resueltas se replican en nuevos contextos.
Conclusión:
El corte emocional con las familias de origen trasladó los problemas hacia su relación marital y hacia Elisa .La distancia emocional puede parecer una solución a las tensiones familiares, pero a menudo traslada los problemas a nuevas relaciones. Entender estos patrones ayuda a reconocer cómo los conflictos no resueltos continúan afectando la dinámica familiar.
Aunque en ocasiones la distancia es lo más saludable, es el mal menor.
Conclusión diferenciación del self
Una baja diferenciación del self puede afectar gravemente la vida emocional y las relaciones personales. La falta de autonomía emocional y la reactividad desmedida ante las opiniones y emociones ajenas conducen a conflictos frecuentes y a una dificultad para mantener límites saludables.
Las personas con baja diferenciación suelen tener problemas para manejar el estrés y tomar decisiones racionales, lo que puede afectar su bienestar y sus relaciones.
Trabajar en la diferenciación del self, a través de la autoobservación y el establecimiento de límites claros, permite alcanzar una mayor estabilidad emocional y relaciones más equilibradas, contribuyendo a una vida más plena y autónoma.