Es común que la persona que sufre un ataque de pánico o crisis de ansiedad por primera vez, se asuste muchísimo y acuda a urgencias pensando que le está dando un ataque al corazón. También es común que lo manden para casa con un ansiolítico en el cuerpo y diciéndole que lo que le pasa es que tiene ansiedad.

Los síntomas de los ataques de pánico (algunos)

  • dolor de pecho, taquicardias
  • ahogos, sensación de falta de aire.
  • sensación de desmayo o desmayo (directamente)
  • miedo a morir o miedo a perder el control
  • visión borrosa
  • nauseas
  • escalofríos o sudor

Son tan desagradables e incapacitantes, que la persona que los padece les coge miedo y aun sabiendo que no está sufriendo un ataque al corazón, cuando empiezan a sentir los primeros síntomas de la ansiedad se asustan “¡hay que me viene!”  ….los que no saben que les está pasando y siguen creyendo que el ataque que los va a matar, se asustan más.

Es comprensible que se le coja temor a algo tan  desagradable y además, en apariencia incontrolable. Ya no dominas tu cuerpo, este te domina a ti y con los pensamientos pasa algo parecido, todo es catástrofe.

Después de la primera experiencia con el pánico la persona se vuelve un experto en descubrir el más mínimo cambio en el cuerpo que señale su aparición y cuando es detectada, se asusta “¡hay que me viene!”

¿Qué es un ataque de pánico?

Es un ataque de miedo. Y ¿Qué pasa si le tienes miedo a sufrirlo? Pues que se suma ese temor al miedo que ya traías de casa: Miedo del ataque de pánico + miedo a tener un  ataque de pánico = miedo x2 (más ataques y más fuertes).

Este trastorno de ansiedad se pudo generar por las causas que fueran, pero en su mantenimiento siempre estará  presente el miedo al miedo. Si ya tenías preocupaciones antes, ahora le tienes que sumar que en cualquier momento te puede dar un ataque, con lo cual aumenta el nivel base de ansiedad y al mínimo indicio de su aparición te asustarás (miedo+ miedo= pánico).

En ocasiones, la simple aceleración de la respiración y de pulsaciones ocasionadas por subir escaleras es suficiente para que se active el miedo al miedo y se termine sufriendo una embestida de pánico de verdad.

Aunque es más fácil de decir que de hacer, la persona que sufre este trastorno ha de entender que la ansiedad, aunque desagradable no es dañina; no te estas muriendo, no se te está rompiendo el corazón, ni te estas ahogando (este síntoma asusta mucho):

  • Estás hiperventilando: tienes el pulmón lleno de aire y no entra más. (Seguro que has visto en alguna película o serie alguien respirando en una bolsa, así se consigue no entrar más oxígeno en los pulmones).

Toda esa activación es creada por nuestro organismo (tiene una función adaptativa) y como tal, no va a hacer nada para perjudicarse, en el peor de los casos te desmayaras y aun así, te dará tiempo a caer bien y no te harás daño  (con las pérdidas de conciencia por otras causas el desplome es más repentino).

Si se consigue comprender que lo que pasa es natural, que solo es desagradable , se consigue desactivar el miedo al miedo (un temor menos, menos ansiedad, memos probabilidades de ataques).

Entender que se ha activado el «SN. Simpático» para defensa mediante: parálisis, lucha o huida.

  • Hiperventilación: para tener más oxigeno que quemar.
  • Taquicardias: el corazón bobea más, más sangre para actividad física.
  • Temblores: los músculos a tope para actuar.
  • Visión borrosa: amplía el ancho de visión a la búsqueda de peligro.
  • Parálisis involuntaria: para que no te vea el peligro.
  • Desmayo: hacerse el muerto (como las zarigüeyas)
  • Voz cortada: para que no te oiga.
  • Garganta seca: para que no te pongas a comer, que hay peligro.
  • Más necesidad de ir al baño o nauseas: menos peso para correr.
  • Manos frías y tensión en la sien, hormigueos: más sangre a zonas vitales y menos en extremidades, por si hay heridas sangrantes.
  • Ponerse rojo: para asustar.
  • Sudor: además que tanta aceleración caliente el cuerpo, el sudor facilita que no te atrapen.
  • Pensamientos catastróficos: en realidad el cerebro está buscando el peligro y analiza futuras desgracias para evitarlas (más o menos).

Si estos síntomas te suenan demasiado, sería adecuado hablar con un profesional de la salud mental (contacto

Si no has leído: Ansiedad y emoción Y la Simpatía de la Ansiedad, en ese orden. Échales un vistazo, te puede ayudar a entender que te pasa.

Categorías: ANSIEDAD

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