Y validalo/a, por el bien de los dos.
Imagina que llevas una bandeja con cafés para tus amig@s, tropiezas y te caes con un estruendo de cucharillas, tazas rotas y salpicaduras de café ardiendo. ¿Qué es lo que te dirías a ti mism@ en ese momento? ¿Qué te diría la voz crítica interior que todos tenemos? Es muy probable que nada bonito.
Y si eso mismo le pasa a un amigo ¿Qué le dirías? ¿Eres torpe? ¿Tonto? ¿Desastre? Seguramente no, es más fácil que esos adjetivos te los guardes para ti mism@. Pero si se trata de una amigo, en lugar de machacarlo, probablemente le des ánimos e intentes quitarle importancia a lo que ha pasado.
Si el que tira la bandeja es tu hijo, es probable que también le digas de todo.
Tenemos tendencia a tratarnos peor a nosotros mismos (y a nuestros seres queridos) que a los demás. El crítico interior que todos tenemos siempre está, y estará ahí. El secreto para manejarlo es aprender a no hacerle mucho caso.
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¿Qué es invalidar?
Hacer notar que lo que siente, quiere o hace el otro (o uno mismo) es incorrecto, está mal… y automáticamente decirle (o decirnos) que debe sentir, querer o hacer.
Los mensajes invalidantes no amonestan comportamientos, más bien son ataques a la persona que la etiquetan de forma global y negativa. Por ejemplo:
-Decirle a un niño: “Eres malo”. El malo no es el niño, en todo caso su comportamiento.
-“Tendrías que estar contento” esto, aunque no lo parezca, es una forma de transmitir que lo que siente la otra persona está mal, exigirle que sienta algo que no siente, y además de forma espontánea…
-Generalmente (siempre) si estamos enfadados y discutiendo con personas muy cercanas (especialmente con la pareja) regalamos etiquetas del tipo “eres un/a…”, o le decimos que SIEMPRE hace o dice o piensa o… y lo que DEBERIA hacer, decir, sentir….
Que te invaliden, generalmente (siempre, para que nos vamos a engañar) será tomado como un ataque y como tal va a mosquear, lo que nos va a hacer devolver “el ataque”.
En muchas ocasiones, el que invalida, no es consciente que sus palabras están provocando malestar, pues sus intenciones pueden ser buenas… la intenciones puede ser, pero la forma de decirlo no es la mejor.
Aprender a validarse a uno mismo, para validar a los demás.
Te validas cuando algo importante, o trivial, no te ha salido como te hubiera gustado y COMPRENDES que tienes poca experiencia en labores similares o que los nervios te han jugado una mala pasada o que estabas distraid@, o lo que sea que te haya podido afectar en ese momento. Y en lugar de machacarte por ello te das ánimos para hacerlo mejor la próxima vez.
Incluso puedes/debes validar, comprendiendo que son lícitos, tus sentimientos de tristeza o frustración por el desempeño no acorde a tus expectativas y sin embargo dejarlo ahí, sin más, sin autocritica dañina, sino todo lo contrario, dándote ánimos y activándote para mejorar…si quieres, si no ni eso.
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Validar a tu pareja
En pareja, la mejor forma de enzarzarte en una disputa es andar criticando a tu compañer@. Y por criticar me refiero a decirle que él/ella está mal, en lugar de mostrar desacuerdo con su conducta. Criticar el comportamiento se parece más a una queja que a una crítica.
– Queja: “No me gusta/me molesta que no me ayudes a …”
– Crítica/invalidación: “Eres un vago”. Esto va hacer que se enfade y te la va a devolver.
Las personas, a diferencia de las máquinas, tenemos sentimientos y memoria.
Si una máquina de refrescos se traga tu moneda, puedes zarandearla hasta que escupa una lata. Si aplicas el mismo principio para lograr de tu pareja lo que deseas, no solo vas a consegir generar malestar en el momento, sino en la relación en general. Como ya he dicho, tenemos memoria y una especie de termómetro emocional en pareja que se va calentando a cada “enganchada”. Cuando la temperatura emocional está alta, todo termina en bronca… que a su vez hace que suba más la temperatura.
Una pista para saber si estás “criticando/invalidando/diciendo que está mal como persona” a tu pareja, o te estás quejando de un comportamiento concreto:
– Queja: Hablas de ti y cómo te sientes con lo que hace el otro.
– Crítica: En la forma de dirigirte al otro está presente o implícito, el pronombre Tú.
o “Tú lo que eres es….” O directamente “Eres….”, “Estás tonto”. No hace falta que esté presente el Tú, está implícito.
o “Deberías…”, “Tendrías que…”. Sigue estando el “Tú”, aunque no se vea.
o ” Tú nunca….”, “Tú siempre….”. ¿De verdad? ¿siempre, siempre, siempre?
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El ciclo de la invalidación
Si alguien nos invalida, nos va a molestar y lo más probable es que, llevados por la activación emocional, devolvamos invalidación. Si devolvemos invalidación, porque estamos molestos, conseguiremos fastidiar al otro y que a su vez nos dará más invalidación.
→Me invalida →Me enfado →Le invalido →Se enfada →Me invalida →Me enfado →Le invalido → Se enfada →Me invalida….
Este ciclo es típico de las parejas y llega un momento que ya no hay quien lo pare y ya da igual quien empezó…. entonces, ¿qué hay que hacer?. Pues iniciar la validación para ir enfriando el termómetro emocional compartido.
A nivel interno, si nos decimos que lo que queremos o sentimos está mal, nos estamos diciendo que nosotros estamos mal como personas, cuando eso nunca es cierto. ¿Por qué hacernos eso a nosotros mismos?
No todo se puede validar, pero siempre hay algo.
A una persona que se quiere suicidar, obviamente, no se la puede validar el deseo. Sin embargo, sí se puede ENTENDER/VALIDAR sus sentimientos de tristeza.
Si un familiar o amigo (o uno mismo) consume drogas podemos desaprobar su comportamiento y aun así ENTENDER/VALIDAR que tiene dificultades y que no ha elegido la mejor forma de afrontarlo.
Si tu pareja te grita, puedes ENTENDER que está molesta por algo, hacerle saber que ENTENDEMOS/VALIDAMOS su enfado a la vez que desaprobamos “el grito”.
Validar a tu pareja puede resultar especialmente difícil si hace tiempo que la crítica esta instaurada en la relación, la escalada de reproches entre ambos puede convertirse en la forma de comunicación dominante.
Pero… si eres capaz de autovalidarte la parte validable, aunque hayas metido la pata hasta el fondo, seguro que puedes validar la parte validable en tu pareja.
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Tratarnos bien a nosotros mismos, aceptarnos, validarnos, es algo esencial para una buena salud mental:
· Si no nos aceptamos como somos, lo que hagamos no lo haremos para nosotros, sino para que nos validen/acepten, así nos volvemos incoherentes con nuestras necesidades y potencialidades… de ahí no sale nada bueno.
· Si nos tratamos bien a nosotros, tratamos mejor a los demás.
· Si no permitimos que nuestro crítico interior nos machaque, tampoco permitiremos que nos machaque el crítico de los demás.
· Si estas en pareja más vale que aprendas a validarla, de no ser así, lo vais a pasar mal los dos.
En esta vida la persona que más tiempo va estar contigo eres tú y si tienes suerte tus seres queridos. Sé un amigo contigo mism@ trátate bien, date ánimos en lugar de reproches, esfuérzate en seguir el camino que quieres seguir y perdona tus errores… “ESTOY APRENDIENDO” y “LO VOY A HACER LO MEJOR QUE SEPA”, son frases mágicas que nunca deberíamos dejar de decirnos o decirles a los demás.